Medición del caudal de gas de amoniaco utilizado como refrigerante

La demanda de refrigeración en la producción química suele ser notable, ya sea para disipar el calor residual de las reacciones exotérmicas o para licuar gases en las plantas de destilación. No obstante, para garantizar también bajas temperaturas estables en áreas logísticas o centros de datos, la conexión a una red de suministro central resulta rentable.
El suministro de la refrigeración necesario suele generarse en un circuito cerrado de amoniaco refrigerante (NH3). Los compresores de frío y los evaporadores normalmente se encuentran en ubicaciones separadas:

el gas de amoniaco se comprime y se licua en una planta de refrigeración central y, a continuación, se suministra a través de una tubería a la planta del cliente, donde se evapora, absorbiendo una cantidad de calor en el proceso.

Para controlar el volumen de los compresores, es necesario medir el caudal del gas de amoniaco caliente. En el caso que describimos, los ingenieros de control del proceso buscaban específicamente una solución de medición que tuviera el menor impacto posible para el funcionamiento ininterrumpido de la planta de suministro. Los orificios de medición demostraron ser poco fiables, ya que los finos transductores de presión diferencial suelen quedar obstruidos por las gotas de aceite que transporta el caudal de gas. Los trabajos de mantenimiento que requieren abrir la tubería son extremadamente complicados, debido a la toxicidad del amoniaco, y se necesita al menos un día de trabajos de preparación para purgar la tubería. Durante el trabajo de mantenimiento, el compresor correspondiente no está disponible. Obviamente, los operadores de la planta querían evitar paradas de este tipo.

La medición de caudal no invasiva con FLUXUS demuestra ser la solución ideal en este caso. Los caudalímetros de gas ultrasónicos FLUXUS fijos instalados en los compresores confirman la continuada experiencia positiva que ya habían tenido anteriormente en esta planta con los caudalímetros FLUXUS de FLEXIM. Como los transductores ultrasónicos clamp-on se instalan de forma sencilla en el exterior del tubo, no están sujetos a desgaste o roturas provocadas por el medio circulante en el tubo ni es necesario abrir la tubería de amoniaco en ningún caso. Desde que se instalaron los caudalímetros FLUXUS, han funcionado siempre de forma fiable y sin inconvenientes.