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Creo que podemos decir sin equivocarnos que los caudalímetros ultrasónicos por fin han desarrollado su potencial. He realizado más de 600 lecturas con el medidor portátil de FLEXIM y el índice de éxito es del 99,8 por ciento, e incluyo aquí tubos con ácidos, agua, gases y lodos a varios cientos de grados. Al final del día, recopilo todos los volcados de datos de la memoria de valores de medición integrada y los exporto a mi programa de hojas de datos.

Ahora puedo establecer exactamente los ajustes recomendados por fábrica para conseguir un rendimiento óptimo. Pero hay mucho más que eso. Como nuestras bombas tienen unidades de frecuencia, ya no tenemos que hacerlas funcionar a máxima velocidad. Antes de tener los medidores FLEXIM, usábamos válvulas de mariposa y de compuerta para reducir el caudal. Ahora puedo dejar todas las válvulas totalmente abiertas y programar la unidad de frecuencia de modo que funcione a la velocidad óptima para suministrar agua de refrigeración.

Disponemos ahora de 20 medidores ultrasónicos FLEXIM PIOX funcionando a la perfección y enviando datos de vuelta en tiempo real. Han mejorado la seguridad, la exactitud y la producción. Estoy encantado de que las mediciones no intrusivas hagan mi trabajo más fácil y reduzcan los tiempos de inactividad para mejorar la eficiencia de la planta. Antes no podíamos reparar las fugas de ácido sobre la marcha, porque no podíamos seguir funcionando sin un medidor de la concentración.

Pronto se hizo evidente que las mediciones ultrasónicas clamp-on eran el camino a seguir. Investigué todos los medidores disponibles e hice una criba hasta llegar a FLEXIM. Utilizamos varios medidores para las pruebas y nos decantamos por este, porque tenía las características que buscábamos, incluida una batería de 16 horas. Además, era el más intuitivo y rápido de instalar.

Mientras seguimos mejorando la eficiencia del edificio, utilizamos también los medidores de energía FLEXIM para actualizar las mediciones secundarias de todo el edificio que se habían quedado anticuadas o que no existían. Estos medidores han demostrado ser fiables y son perfectos para instalaciones de readaptación, porque no son intrusivos y eliminan la necesidad de cortar tuberías para realizar la instalación.

El nuevo sistema FLEXIM nos proporciona un sistema más estable que el que teníamos. Además, la exactitud ha resultado ser excelente.

Teníamos un grave problema de balances. Nuestras mediciones indicaban que suministrábamos una cantidad de agua notablemente mayor que la que extraíamos de nuestros pozos. La causa eran los caudalímetros magnéticos: por el alto contenido en minerales, las sondas se estaban obstruyendo, la señal se degradaba y se notificaban caudales inferiores a los reales. Encontramos FLEXIM y, tras comprobar en los ensayos que el medidor ofrecía una exactitud del 1 %, instalamos 35 medidores en los puntos de medición más problemáticos de los pozos.

Instalamos un medidor HPI de FLEXIM para la detección de la interfaz y el caudal con el objetivo de mejorar nuestras operaciones. Estábamos perdiendo dinero porque éramos incapaces de detectar el momento exacto en el que el producto llegaba desde la barcaza, para así desviarlo al tanque adecuado. El medidor HPI fue capaz de identificar exactamente ambas interfaces. La información nos permitió minimizar la cantidad de número dos con disminución de categoría. El medidor proporcionó también en tiempo real y con exactitud la tasa y el volumen total del producto y los movimientos de cutter. Eso nos hizo ahorrar entre 1500 y 2000 barriles, lo que significa 30 000 $ de ahorro. En términos anuales, podemos hablar de un ahorro de 750 000 $.

Cuando oímos hablar de la capacidad de FLEXIM para trabajar con caudales bajos, decidimos darle una oportunidad. Los resultados fueron tan exactos que ahora usamos un equipo en cada aplicación.

Los medidores FLEXIM han resultado ser mejores que los medidores que solíamos usar. Estos medidores captan caudales de 0,01 m/s, 10 veces menos que con los medidores magnéticos que usamos.